miércoles, 1 de diciembre de 2010

La Labranza 2 y La Soñada (26 y 27 de Noviembre de 2010)


Tras nuestra intensa experiencia viviendo con las familias de campesinos, fuimos a visitar la comunidad de La Labranza 2, guiados por Doña Carmen, una mujer luchadora capaz de sobreponerse a todas las adversidades, incluido el huracán Mateo que destrozó sus cultivos. La comunidad estaba en un lugar de difícil acceso, en la montaña, con caminos inaccesibles para vehículos. El principal problema que tienen en La Labranza 2 es que no tienen una atención médica adecuada. Va un médico una vez a la semana, y para casos de urgencias, tienen que caminar un largo trecho y viajar más de una hora en autobús, y el gran problema es que por más que reclaman que se les atiendan sus derechos, nadie les escucha. Como días más tarde nos dijo un miembro de las Juventudes Sandinistas, el gobierno nicaragüense prefiere invertir el dinero en otro tipo de obras, como, por ejemplo, construir un gran estadio olímpico, que construir carreteras para que mejorar el acceso a toda la población del país.

Comimos allí con Doña Carmen, y a la hora del café vinieron a vernos una veintena de miembros de la comunidad, que nos sorprendieron con una actuación musical, de canciones que componen ellos mismos, sobre sus tierras y su forma de vida. Canciones que a pesar de no rimar, son pegadizas y nos acompañan en casi todos nuestros viajes en autobús. Digna de mención la canción de Rosendo, un lugareño que canta a su tierra, y no puedo hacer menos que deleitaros con el videoclip de la misma. Disfrútenlo:


Por la noche, tras más de una hora por caminos terribles llenos de barro, llegamos a La Soñada, la posada que regenta Doña Corina, una de las mujeres más luchadoras, fuertes e independientes que he conocido. Charlamos con ella esa noche tranquilamente, pero fue a la mañana siguiente cuando nos sentamos a su alrededor a escuchar sus vivencias. Nos habló de su infancia, de su familia, de su marido que la maltrataba, y de como ella, con infinita valentía para su época, le abandonó para caminar sola. Terminó su formación y participó en la campaña de alfabetización que le cambió la cara a Nicaragua, y luchó en el frente sandinista. Ella, totalmente independiente, se dedica ahora a viajar cuando tiene dinero, a sus tierras y a acoger a visitantes a su posada, y como no, a defender y difundir sus ideas.
Doña Corina
Es para mí absolutamente inevitable hablar de la noche que pasamos en La Soñada. No lo pasamos en una habitación de albergue cualquiera. Ico, Jesús y yo, tuvimos la enorme fortuna de poder dormir en una auténtica cabaña de madera, construida en un árbol. La araña madre que nos saludó desde el tronco y el resto de animalillos que la habitaban nos acogieron estupendamente.
La casa del árbol
Ico, Jesús y Manu en la casa del árbol
 

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