7 - 13 Diciembre 2010

El día 7 de Diciembre se celebra en Nicaragua la Inmaculada, y fuimos a Ticuantepe y a Masaya a ver como lo festejan. Los nicaragüenses salen a la calle y abren las puertas de sus casas para que la gente entre a cantarle a la Virgen, y los anfitriones les dan regalos. Esta manera de celebración se remonta a muchísimos años atrás, ya que así era como los indígenas hacían culto a sus dioses, y lo han adaptado al Cristianismo.

Chagüite

Al día siguiente visitamos fugazmente cuatro comunidades. Fue una visita interesante, pero corta, ya que los que nos esperaban pensaban que íbamos a estar más tiempo, y a nosotros nos hubiera gustado más charlar con los lugareños para que nos cuenten sus problemas. Estas comunidades son Chagüite, Acetuna, La Curva y La Montañita. La primera de éstas se encuentra en medio de un camino debido a que su lugar original, junto a un lago, quedó destruida por las inundaciones del pasado invierno, hace dos meses. Viven en un lugar totalmente precario, y se quejan de que el gobierno no les escucha. Les ofrecen vivir en un albergue, y no les permiten meter sus animales allí. Ellos quieren volver a su lugar de origen, donde probablemente vuelva a quedar inundado en próximos inviernos. La situación es bastante complicada y tendrán que ceder y cambiar de sitio.


El jueves día 9, por la mañana, nos fuimos a Rivas a coger el ferry para ir a la isla de Ometepe, una isla del lago Nicaragua, coronada por los volcanes Concepción y Madera. Es un lugar muy turístico, y hasta el momento es lo que más me ha gustado de Nicaragua. Paradisíaco, la gente cálida y cercana, y un paisaje precioso. Allí nos quedamos en la comunidad de Urbaite, y al igual que en Venecia, nos alojamos en casas de campesinos. Me quedé con Janet y Pedro, y sus hijos Yader, Esmirna y Rosita. Es una familia muy unida, ya que en las parcelitas próximas viven seis de los hermanos de Janet con sus familiares, y también la madre y la abuela. La acogida fue genial, me trataron como a uno más, y me nombraron el primo número 41. El tiempo, una vez más, fue escaso, ya que ellos querían enseñarme todo lo relacionado con su vida diaria, y querían conocer como es la vida en España. Ellos no tienen terrenos, sino que cultivan para un patrón, que les paga una miseria. Nos dijeron en la Asamblea que el salario mínimo era de 170 dólares al mes, pero ellos pasan los 50 dólares escasamente.

Mi familia y yo

El viernes subimos al volcán Madera, acompañados por algunos familiares nuestros de Urbaite, entre ellos mi padre Pedro. Cuatro horas de subida y tres de bajada, por caminos embarrados y de piedras resbaladizas, para llegar a ver el lago que se encuentra en el cráter.

Cráter del volcán Madera

El sábado por la mañana fui a recoger café con mi madre y con Rosita, y a ésta le enseñé a hacer fotos, y resulta que he descubierto una excelente fotógrafa de 8 años. Quiso fotografiarlo todo, los volcanes, los coches, la gente, los animales. Hizo buenas fotos, estoy convencido que eso es innato, y es una pena pensar que no tienen medios para tener una cámara, y a lo mejor no llegan a tenerlos en su situación. Trabajar mucho no es suficiente para ellos.

 Hoy lunes hemos visitado la Sede en Nicaragua de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID). Allí nos han hablado de los programas que tienen con Nicaragua, y más concretamente sobre el vertedero de La Chureca, que hemos visitado después. En este lugar viven más de 1000 personas de lo que encuentran en la basura. Es terrible, aunque están soterrándolo, y en enero quedará definitivamente cerrado. Están construyendo allí una planta de reciclaje que dará 700 puestos de trabajo a estas personas que viven en el vertedero, y casas para alojarles. Desde el terremoto de Managua, hace 30 años, se da esta actividad. Hay niños que seguramente nacieron allí, en unas condiciones de higiene que no hace falta nombrar. No pudimos relacionarnos con ellos, debido a que resulta peligroso, pero pudimos ver de lejos a la gente trabajando en la basura.