El domingo fuimos al cañón de Somoto, un paraje espectacular, que quedó destrozado por el huracán Mitch y que lleva explotándose como destino turístico desde hace escasos cinco años. Las paredes eran altísimas y el río muy profundo. Pudimos bañarnos e intenté saltar desde una roca de 10 metros de alto, pero Lali se enfadó y me hice caquita. Gracias Lali.
El lunes por la mañana hicimos una visita a la Asamblea Nacional. Allí conversamos con cuatro diputados, tres del Frente Sandinista (dos de ellas las diputadas más jóvenes de la Asamblea) y con uno del partido liberal. Como buenos políticos, nos hablaron de su verdad, de lo bien que hacen todos los proyectos que llevan a cabo, y con poca capacidad autocrítica. Sobre todo el liberal, que dijo que algún exaltado fue el que llevó a cabo la quema de libros que se dio a cabo durante el gobierno de su partido, en el que volvió a aumentar el porcentaje de analfabetos en Nicaragua.
Subimos al volcán Masaya, lugar en el que el dictador Somoza hizo desaparecer a dos miembros de la guardia nacional cuando se negaron a torturar presos en la cárcel de Coyotepe, uno de los lugares más representativos de la dictadura Somozista, el cual visitamos después. El trato vejatorio que le dieron a los presos allí es aún visible en las paredes, que nos cuentan cómo le tiraban heces y orines por las ventanas a las celdas, pintadas de los presos y manchas de sangre.
Ufff, la cárcel esa es la que salía en el vídeo de los Ghost Hunters International?
ResponderEliminarUff... qué movida... ¿Esa cárcel es la misma que sale en el capítulo de los Ghost Hunters International?
ResponderEliminar